La unión entre Iglesia y Nación. Discurso ante la el Sínodo de la Iglesia armenia.
Serzh Sargsyan.
Presidente de Armenia.
Speech in the opening of the Bishops’ Synod of the Holy Armenian Apostolic Church
Traducción de Sergio Fernández Riquelme.
DISCURSO DE BIENVENIDA DEL PRESIDENTE SERZH SARGSYAN EN LA ASAMBLEA DIOCESANA DE REPRESENTANTES DE LA SANTA IGLESIA APOSTÓLICA DE ARMENIA
24 de septiembre de 2013
"Su Santidad Garegin II, Patriarca Supremo y Catholicos de todos los armenios,
Su Santidad Aram I, Catholicos de la Gran Casa de Cilicia,
Señores cardenales,
Estoy contento de estar aquí, en el centro espiritual de Armenia, en la Santa Sede de la Madre Etchmiadzin, la cual es preciosa para todos nosotros. Doy la bienvenida cordial a todos, a todos los Obispos de la Iglesia armenia y, en particular, a los líderes espirituales que han llegado a la tierra bendita de nuestra Patria desde las comunidades armenias remotas repartidas por todo el mundo. Aprovechando esta oportunidad, me gustaría decir que soy muy consciente de sus empresas patrióticas dirigidas a la preservación de la identidad nacional, y les doy las gracias por ellas.
Estoy agradecido a los Catholicos de todos los armenios por extenderme la invitación y por darme la oportunidad de dirigirme a ustedes con palabras de bienvenida. Como cualquier hijo de nuestra nación, que está presente aquí, considero necesario expresar una vez más mi afecto filial, la devoción y el apoyo a la Santa Iglesia Apostólica Armenia.
Las personas que están familiarizados con los momentos altos y bajos de nuestra historia pueden apreciar debidamente la misión fundamental que la Iglesia armenia ha estado llevando a cabo, y sigue llevando a cabo en la actualidad. Esta institución espiritual, que había sido establecida a través de los esfuerzos de los Apóstoles para la nación armenia y para los apátridas armenios en el mundo, nunca perdió sus lazos con los valores superiores que unen la identidad armenia. La lámpara encendida por San Gregorio el Iluminador también hoy sigue propagándo luz entre nosotros, mientras que los servidores de la Iglesia armenia siguen sus servicios devotos, fieles a los mandatos de San Sahak Partev, Mesrop Mashtots, Nerses Shorhali, Grigor Tatevatsi y los brillantes Patriarcas Nerses Ashtaraktsi, Khrimian Hayrik, Vazgen I y nuestros otros padres espirituales.
Hace veintidos años desde que hemos restaurado nuestra condición de Estado armenio independiente; sin embargo, en la vida nacional de Armenia el papel nacional de preservación de nuestra Iglesia sigue siendo importante en la misma medida. Hoy, más que nunca, tenemos que fortalecer los valores espirituales que nos unen juntos y nos hacen una nación armenia unida.
A través del poder consagrado en nuestra Constitución, la República de Armenia reconoce la misión excepcional de la Santa Iglesia Apostólica Armenia en la vida espiritual de la nación armenia, en el desarrollo de nuestra cultura y en la preservación de la identidad nacional. Con un gran placer subrayo la estrecha cooperación entre el Estado y la Iglesia, y de nuestra capacidad para complementarnos en la solución de nuestros problemas nacionales.
Padres Espirituales Eminentes,
La patria Armenia es el hogar de todos los armenios, mientras que la Madre Iglesia es la piedra angular y el pilar de Armenia y la nación armenia. Durante siglos, la mirada devota de la nación armenia se ha dirigido a la Santa Etchmiadzin. Aquí mismo, el corazón de nuestra Madre Iglesia está palpitando, alimentado con el amor y las oraciones de los millones de nuestros hermanos y hermanas fieles.
Ahora, estamos siendo testigos de un acontecimiento que hace época. Durante siglos, por diferentes circunstancias, y particularmente en los últimos seis siglos, no fue posible invitar al sínodo de los Obispos de la Iglesia armenia. Me alegra decir que en la actualidad se ha hecho posible superar ese problema y convocar el Sínodo de los Obispos en la Santa Sede de Santa Etchmidzin, en nuestra tierra natal.
Este evento es una señal importante para nuestros devotos y está llamada a demostrar la dedicación de la Madre Iglesia en la misión de unir a la nación armenia extendida en el mundo. Estoy seguro de que este cónclave manifestará un nuevo proceso en la vida espiritual de Armenia y permitirá que toda la nación armenia tome la realización de los asuntos de todos los armenios con nuevo vigor y energía.
Con la convocatoria de esta reunión, la Santa Iglesia Apostólica Armenia está marcando el comienzo de una nueva era de su historia. Se tiene la oportunidad de encontrar respuestas a las múltiples preguntas de la vida espiritual y moral, con la simplificación de las reformas y la modernización de su trabajo de acuerdo a los desafíos actuales.
Sé que el orden del día de sus trabajos es bastante exhaustivo. Creo que uno de los temas en discusión merece especial atención: se refiere a la importante iniciativa de la canonización de las víctimas del Genocidio Armenio.
En vísperas del centenario del Genocidio Armenio, nuestra nación al unísono continúa diciendo "No" a los crímenes de lesa humanidad. Es nuestro deber para con nuestros antepasados, con nuestras víctimas inocentes y con toda la humanidad, para que los nuevos genocidios se puedan prevenir en el futuro. Con este sentido, la anticipación de toda nuestra nación de la Iglesia armenia y sus obispos es grande.
La devastadora guerra civil en Siria está pasando; se ha convertido en un grave problema para la comunidad armenio-siria. La situación en Siria es nuestro mayor dolor y nuestra preocupación número uno todos los días. En los peores tiempos para nuestra nación, el pueblo de Siria recibió con los brazos abiertos a los que escaparon del genocidio y compartieron con nosotros lo que tenían. Deseamos que la situación se resuelva a través de los medios políticos, tan pronto como sea posible, y que el derramamiento de sangre se detenga en este Estado amigo.
La responsabilidad de conservar la fe cristiana, el amor y la moral, nuestra devoción como la niña de nuestros ojos es una bendición para todos nosotros. Estoy profundamente convencido de que todo esto se ha encarnado y cumplido durante siglos en la vida de nuestra nación por la Iglesia armenia, con todas sus diócesis, parroquias, comunidades y estructuras. Ésta es una institución que debe ser amada, apreciada y conservada por cada armenio como el garante del viaje sin fin de nuestra nación para la eternidad.
Afirmando una vez más mi alegría en el Sínodo de los Obispos de la Santa Iglesia Apostólica Armenia, tengo la esperanza de que se convocará regularmente en el mismo espíritu de unidad para la gloria de nuestros fieles creyentes. Le deseo todo el éxito y un trabajo fructífero.
Dios bendiga y preserve a la Santa Iglesia Apostólica Armenia y a nuestro mundo armenio.
Gracias.
Fuente: http://nyut.am/archives/54114?lang=en